El masaje en sí y su historia tienen miles de años, incluso los antiguos egipcios los representaban en sus jeroglíficos. El masaje relajante ya era conocido en diferentes partes del mundo en el año 3000 a.C. También se encuentra en los antiguos grabados de madera japoneses. La tradición más antigua procede de China y se remonta a hace más de 5.000 años. Las técnicas de reflexología podal también fueron representadas en los antiguos papiros egipcios en el año 2500 a.C. Estos dibujos eran tan valiosos que incluso se incorporaban en las tumbas de los altos funcionarios egipcios
De esta forma, ya hace miles de años se reconocieron los beneficios del masaje relajante. Para un relax máximo, el alivio del dolor e incluso con fines médicos, estos tratamientos eran populares y conocidos en todo el mundo. Incluso Hipócrates, Aristóteles y Sócrates escribieron tratados sobre el masaje y sus beneficios. De la misma manera, Julio César también utilizó la terapia de masaje para aliviar el dolor causado por sus ataques epilépticos.
Los primeros sillones de masaje mecánicos
Sin embargo, el sillón de masaje, así como lo conocemos hoy en día, apareció por primera vez en la década de 1950. Son muchas las historias alrededor del sillón de masaje, tan solicitado hoy en día, y sus orígenes. Una de ellas cuenta que el padre del sillón de masaje fue un señor llamado Nobuo Fujimoto. Originario de Osaka, Japón. La idea básica del vendedor de cepillos era poner algunas sillas en los vestuarios de los baños para relajarse. Tras muchos intentos, finalmente construyó, a partir de chatarra, el primer modelo. Fue así que, fundó la primera empresa de sillones de masajes, para producir y vender su invento. En otra historia, un padre diseñó y construyó la silla de masaje para su hija pequeña. Este señor se llamaba Niichi Kawahara y venía de Sakai, Japón. Se cree que la inventó para curar y aliviar el dolor de hombros de su hija.
Sin embargo, desde el primer modelo original, que contaba solo con algunas bolas que realizaban una función de amasado y que debían accionarse con una manivela, el sillón de masaje evolucionó rápidamente. Los sillones de masaje son cada vez más eficaces y mejores. Hoy en día, no solo es posible disfrutar de diferentes programas, intensidades y velocidades. El diseño también ha cambiado considerablemente a lo largo de los años. En lugar de muebles voluminosos y ruidosos, las versiones modernas de los sillones de masaje son muy cómodas y tienen una estética bonita.
¿Cómo funcionan los sillones de masaje?
Los sillones de masaje eléctricos se basan en una combinación de motores eléctricos, rodillos y mecanismos vibratorios. Este tipo de sillón se remonta a más de medio siglo, teniendo el fabricante más antiguo más de 60 años, en las últimas décadas se han sofisticado mucho y hoy en día Komoder es líder en la venta de sillones de masajes de lujo.
Los sillones de masaje más sencillos utilizan una serie de superficies vibratorias para proporcionar el masaje. Cuando el motor eléctrico del aparato hace girar rápidamente el rodillo, la rotación provoca una vibración. Aunque no hay dos fabricantes de sillones de masaje que utilicen el mismo diseño, hay algunas técnicas generales de diseño que se aplican a la mayoría de los modelos. Si quitáramos la tapicería del sillón, veríamos un armazón que soporta un sistema de motores, engranajes y rodillos. Cuando recibimos un masaje, son los rodillos los que actúan como las manos de un humano. Los rodillos se mueven en patrones determinados por la estructura del bastidor. Algunos de ellos tienen un rango de movimiento limitado: solo pueden moverse hacia arriba y hacia abajo en el respaldo del sillón porque se desplazan a lo largo de un carril fijado a la estructura. Sin embargo, los sillones de masaje de nueva generación están equipados con rodillos de masaje 3D y 4D.
Recomendación de los especialistas: Un sillón de masaje debería utilizarse durante al menos 15 años de forma regular. La sensación de presión debe ser reconfortante y nunca demasiado intensa. Elegir el sillón de masaje adecuado es fácil si confías en la calidad de los productos de Komoder.
