- ¿Qué es un sillón de masajes?
- ¿Cada cuánto utilizar un sillón de masajes?
- Indicadores de que estás sobre utilizando tu sillón de masajes
Disponer de un sillón de masajes en casa es una idea muy útil para relajarse después de un ajetreado día de estrés. Sin duda, tener un spa en casa es el sueño de muchas personas. Pero, ¿qué nos dices si te decimos que con los sillones de masajes de Komoder puedes superar el nivel de un spa?
¿Qué es un sillón de masajes?
Tal y como su propio nombre indica, un sillón de masajes cumple con la misma función de un sillón normal. A diferencia de que puede dar masajes. Existen muchos tipos sillones reclinables, con vibración, sillones 3D, 4D, gravedad cero… ¡El propósito es relajarse!
Como te hemos comentado anteriormente, cada sillón de masaje tiene unas funciones u otras, por lo que dependiendo de lo que busques, tendrás que escoger un tipo de sillón u otro. Esto significa que si estás buscando un sillón para una zona específica de tu cuerpo, será necesario que busques aquel que pueda aportar un beneficio en específico para esa zona. Algunas de las zonas en las que pueden ayudarte son: muslos, glúteos o piernas.
¿Cada cuánto utilizar un sillón de masajes?
Dependiendo del sillón de masaje que elijas podrás disfrutar de distintas potencias. Sin embargo, te recomendamos empezar a utilizarlos de forma gradual los primeros días que tengas el sillón en tu casa. Para ello, se debe empezar a hacer sesiones de diez a quince minutos como máximo, dos o tres veces al día (en caso de que no esté acostumbrado a recibir masajes de alta potencia).
El porqué de empezar a utilizarlo de forma gradual es porque estos sillones son capaces de aflojar nudos y revitalizar distintas áreas del cuerpo, lo que supone que para acostumbrar al cuerpo a la intensidad a la que desees llegar, deberás hacerlo lentamente para no sufrir daños (los cuales no serán nunca graves, pero siempre es mejor evitarlos).
Una vez tu cuerpo esté acostumbrado al sillón de masajes (después de una semana aproximadamente), podrás utilizarlo con más intensidad un máximo de 3 veces al día.
Indicadores de que estás sobre utilizando tu sillón de masajes
Es normal que te preocupe no saber cuándo parar de utilizar el sillón de masajes. Sin embargo, hay algunos síntomas que lo expresan claramente. Algunos de ellos son:
- Tensión y cansancio.
- Los músculos ya no se relajan.
- No te mejora el dolor.
- Sientes molestia en las zonas del cuerpo donde el sofá actúa.
En caso de notar alguno de estos síntomas con frecuencia y notoriedad, te recomendamos que pares de utilizar el sillón de masajes durante 3 días aproximadamente. De esta forma permitirás a tu cuerpo que se vuelva a recomponer para así poder volver a utilizarlo. Esta vez, evita hacerlo con mucha frecuencia o potencia.
Recuerda que todo en exceso es malo. Haz un buen uso de tu sofá y lo verás reflejado en tu cuerpo, el cual podrá disfrutar de un sinfín de beneficios de tener un sillón de masaje en casa.
